por Santiago Caballero, Comunicador. Tacumbú
Propiciar a los jóvenes los espacios de participación para la exposición de los problemas de diversa índole e incentivar el debate sobre los mismos es, a mi entender, no solo necesario sino imprescindible. Los sistemas educativos vigentes han privilegiado los canales y formas unilaterales y con preponderancia emitidos por los adultos, los educadores, los políticos, en fin, por los munidos de autoridad. De ahí las consecuencias altamente perjudiciales para el crecimiento de las nuevas generaciones, de los educandos de todos los niveles.
Celebro este proyecto que no solo ofrece los espacios de debate y de aprendizaje y, al mismo tiempo, incentiva a los usuarios a expresar su pensamiento, su modo de ver la sociedad, los comportamientos humanos, las relaciones con sus pares, con los adultos, con el medio ambiente, con la naturaleza.
Es importante señalar que la creación de los espacios no soluciona todo lo desechable del sistema impositivo. El gran desafío concomitante es el continuo debate sobre las causas y consecuencias de los problemas, los sistemas dictatoriales, la creciente corrupción en los organismos estatales, la imparable costumbre de sobrevalorar el tener sobre el ser y un largo etc.
Con una buena conducción, el nuevo sistema potenciará la voz de todos, sin discriminaciones, en primer lugar; y a continuación, el análisis desapasionado, siempre en la búsqueda de los aportes de los especialistas, contribuirá a valorar y a encarnar en todos los niveles los sistemas democráticos para propiciar una sociedad justa, libre, inclusiva y, como decimos en el castellano paraguayo, donde reine la projimidad cuyo significado es que nos consideremos siempre cercanos, próximos, a otras personas.
