por Evelyn Mendoza, integrante de Psicofem
Un sistema de salud no se trata solo de la atención de salud y enfermedad, también de las prácticas de cuidado, las representaciones y discursos de una sociedad y cómo llevamos esto al cotidiano, habla de cómo se cuida la ciudadanía, es un compromiso de todos los sectores en nuestro país. Sin embargo, las discusiones sobre las reformas del sistema de salud están condensadas en los sectores médico y el político.
La participación social ha sido una propuesta necesaria y urgente no solo en procesos de salud, enfermedad y atención, también en una diversidad de otros campos como la educación, la economía con alternativas populares, la cultura y lo que tiene que ver con lo recreativo.
La actividad básica de las políticas de atención primaria de la salud es la participación social. En Paraguay sucede que, junto con la automedicación, el saber popular, la medicina natural y tradicional y el papel de las mujeres, la participación social es reconocida como parte sustantiva de las acciones dirigidas a dar soluciones o al menos mitigar los problemas que afectan a la salud colectiva y en particular, a grupos en situación de vulneración de sus derechos.
Las elites se han apoderado del aparato estatal, extrayendo rentas económicas primarias y evitan que logremos la generación de bienes colectivos, es por eso que nuestras familias y redes comunitarias cumplen un rol tan fundamental y de gran importancia
Se habla mucho del sistema de salud gratuito y con medicamentos esenciales; sin embargo, las familias hacen polladas para cubrir altos costos de bolsillo, ya que, si se complica algo, se debe acudir a los hospitales y detrás de este derecho nos esperan diversas restricciones de acceso, como puede ser geográfico, trabas burocráticas, falta de infraestructura y la tan mencionada falta de presupuesto.
El impulso que tuvo la estrategia de Atención Primaria de Salud (APS) en sus inicios paró y retrocedió por múltiples razones. No obstante, es una buena manera de incorporar la lógica de participación comunitaria, incentivar la apropiación de los procesos de salud, sentirnos con el derecho a la salud, saber qué hacer, saber cuál es la necesidad específica según donde vivo para construir una vida saludable, esto tiene que ver con la promoción de la salud y debe estar ligado a un sistema de protección social del cual carece Paraguay.
Debemos exigirlo y construirlo, más allá de la participación y hacia campañas colectivas movilizadas por la articulación de intereses colectivos y coherentes.
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