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Más allá de la familia: el debate sobre el nepotismo en la política paraguaya

El nepotismo es una práctica que ha existido a lo largo de la historia en diversas culturas. Es la preferencia hacia familiares o amigos cercanos al otorgarles posiciones de poder o empleos. Aunque en Paraguay existe una ley que castiga el nepotismo, esta siempre ha formado parte de nuestra política criolla, donde clanes familiares enteros copan todas las instituciones.

Por ser una práctica ancestral, nunca fue cuestionada, llegando a considerarse como normal. Autoridades de todas las orientaciones políticas, en municipalidades, gobernaciones, ministerios, Congreso y otros entes siempre recurrieron a esta práctica. Tan es así que en estos días un ex senador y uno en ejercicio reconocieron y se ufanaron públicamente de haber ubicado a parientes y amigos en puestos clave dentro del Estado.

Esto, a pesar de que la Ley N° 5.295, vigente desde 2014, sanciona la práctica. Según esta normativa, se comete nepotismo «cuando una persona, facultada para nombrar o contratar en cargos públicos, realiza uno de esos actos a favor de su cónyuge, concubino o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, en violación a las normas que regulan el acceso a la función pública».

En cuanto a la sanción, la ley establece «inhabilitación en el ejercicio de la función pública de hasta cinco años y la nulidad del acto jurídico». La sanción también alcanza al beneficiado con el nombramiento, quien será castigado con la misma pena prevista para el autor. «Ambos, autor y beneficiado, serán solidariamente responsables de la devolución de los salarios cobrados indebidamente», establece la Ley.

Como es común en Paraguay formular excelentes legislaciones que nunca se cumplen, ninguna autoridad consideró esta prohibición. Sin embargo, en diciembre de 2023 estalló el escándalo cuando se reveló que en el Congreso los parlamentarios habían nombrado a sus respectivos hijos en cargos de asesores. Esto involucró nada más y nada menos que al presidente del Congreso, Silvio Ovelar, cuyo hijo había sido nombrado en la Cámara de Diputados con un salario de más de tres millones de guaraníes. En publicaciones de los medios de comunicación, fueron surgiendo casos y más casos, generando la indignación ciudadana, ya que las personas nombradas carecen de títulos académicos y, en el país, los jóvenes que egresan de universidades no encuentran espacios para desarrollarse como profesionales.

A raíz de este escándalo, hemos realizado una observación sistemática de las publicaciones en la red social X desde que surgió el primer caso, focalizando el monitoreo en el tema del nepotismo en el Congreso. Se llevó a cabo un análisis cualitativo y cuantitativo de los mensajes recopilados. Se clasificaron las publicaciones en dos categorías principales: a favor y en contra del nepotismo. Se asignaron etiquetas a los términos y conceptos utilizados en los posts para describir a los involucrados y sus acciones.

A pesar del escándalo y la indignación ciudadana, nunca faltan aquellos que argumentan a favor de la práctica ilegal. En ese sentido, el argumento para justificar el nepotismo es la supuesta importancia de la experiencia laboral sobre los títulos académicos, dado que los parientes contratados carecen de títulos académicos y ocupan cargos de asesores.

Algunos usuarios de la red social señalaron que, como otras leyes, la ley antinepotismo (Ley 5.295) es ineficaz o está muerta en el país, permitiendo que esta práctica continúe.

Aunque aparecieron voces a favor del nepotismo, lo que se pudo apreciar a través de la observación es que la mayoría de las publicaciones estaban en contra o expresaban rechazo al nepotismo. Uno de los argumentos señala que la práctica desencadena problemas éticos y mina la confianza pública en las instituciones democráticas.

A partir del escándalo, se presentaron denuncias ante la Fiscalía contra políticos por presunta violación de la ley antinepotismo. Estas presentaciones fueron respaldadas por una gran cantidad de posteos resaltando la necesidad de aplicación de la ley y las sanciones a los involucrados.

En la misma línea, muchas publicaciones apuntaban a la nula gestión de la Fiscalía General del Estado para perseguir e investigar las violaciones de la Ley antinepotismo.

Como conclusión, podemos señalar que, según las publicaciones en la red social X, existe una percepción de la ineficacia de la ley antinepotismo, cuestionada porque la normativa no se aplica correctamente.

Se habla también de cuestiones éticas y morales en torno al nepotismo, con una clara división entre aquellos que argumentan a favor de las habilidades y la experiencia, y aquellos que sostienen que estas no deben prevalecer sobre los principios éticos.

Las denuncias y la crítica a la gestión gubernamental y la Fiscalía indican una desconfianza en las instituciones y la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas.

En resumen, en base a nuestra observación, nuevamente se presenta una polarización de posturas en cuanto a las percepciones del nepotismo. Sin embargo, un aspecto positivo es que se instaló el debate sobre el tema y la presión social hizo que los principales involucrados anuncien que sus allegados presentarán sus renuncias. Aunque hasta nuestra última observación, todavía no había ingresado ninguna nota de renuncia en la mesa de entrada, según las publicaciones periodísticas.

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